Senderos y paseos: octubre 2010

Un paseo sabatino

El sábado 30 de Octubre, quedamos una Camarilla de cuatro "Cuarteto" para ir a dar un paseo por Lújar, en concreto lo previsto era Lújar-Olias y regreso, las circunstacias climáticas aconsejaron acortarlo, quedó en el circular "Lujar-Aljibe-Molino de aceite-Regreso a Lújar". A las 8.30 nos recogió Miguel "bicho volador", recogió a Pepe Bellota y unos minutos después a Gonzalo "bancario" y a Juan Rueda. A las 9.15 estabamos en Lújar e iniciamos el sendero. Juan Rueda fue en plan de trabajo y emulando a AGMaldonado hizo las fotos que mostramos.

Gonzalo, Pepe y Juan en la puerta de la Iglesia de Lújar

Ahora Gonzalo, Pepe y Miguel en el mismo lugar

Por el pedregoso camino

En el Alcornoque del camino

El Aljibe revestido de cemento !Horror¡

Avituallamiento

¿Almacen?

Cornicabra

Interior del Molino

Los visitantes

Más del Molino

Lújar en lontanaza

Otra de los participantes

Por el último tramo

Varias de Lújar

Por las calles de Lújar

Más Lújar

Tres cervezas o vinos y sus tapillas

A Pepe Bellota las tapas le supieron a poco, se comió el "muslito" del perro

Gracias a Juan Rueda queda constancia de que estuvimos en Lújar.

Ideas generales sobre la vegetación de Sierra Nevada

La flora de Sierra Nevada es extraordinariamente rica y variada. Aun siendo importante el número de especies existentes, es más importante el hecho de que muchas de ellas sean endemismos de este macizo montañoso, a las que hay que añadir un gran número de endemismos generales de la Península. Ello hace que Sierra Nevada tenga la vegetación más rica del continente europeo.

¿Cuáles son las causas de esta biodiversidad vegetad?.
La existencia de una u otra comunidad vegetal depende de los factores del medio, el clima y el suelo. Pues bien, la enorme amplitud altitudinal y la compleja orogragrafía de Sierra Nevada originan una diversidad climática, y su variedad geológica que da lugar a su vez a un elevado número de tipos distintos de suelos.

De esta diversidad climática y edáfica, y junto a la riquísima flora, desencadena la extraordinaria heterogeneidad de la vegetación de Sierra Nevada. Al igual que ocurre en cualquier otro macizo montañoso, la amplitud altitudinal con el consiguiente cambio de clima (temperatura y humedad) propicia la estratificación de la vegetación. Esta zonificación altitudinal de la vegetación permite reconocer y correlacionar, en función de los cambios que se originan en la misma, el medio físico que son los pisos bioclimáticos con el contenido vegetal que son los pisos o serie de vegetación.

En Sierra Nevada se distinguen claramente los pisos bioclimáticos: mesomediterráneo, supramediterráneo, oromediterráneo y crioromediterráneo. El quinto piso bioclimático, el termomediterráneo solo está presente en la cara sur (Lanjarón y Órgiva).

En cualquier caso, la composición química del suelo determina las formaciones vegetales, distinguiéndose en función del sustrato geológico dos tipos de vegetación: la vegetación silicícola o acidófila, que se desarrolla sobre rocas silíceas (pizarras, esquistos, cuarcitas, ...) y la vegetación calcícola o basófila que se instala sobre suelos básicos, mas o menos ricos en carbonatos, desarrollados sobre calizas, dolomías, margas, ...

El Trevenque, en el piso supramediterráneo, pertenece a las áreas ocupadas por las dolomías kakiritizadas, los llamados blanquizales, en la zona comprendida entre el Dornajo-Trevenque-Alayos de Dílar, en pleno dominio del encinar mediterráneo, se desarrolla una comunidad realmente excepcional dado el elevadísimo número de endemismo nevadenses (locales) y béticos (regionales) que se dan cita en ella. Se trata de un tomillar rico en especies de hojas tomentosas (con pelos pequeños), que gracias a un poderoso sistema radicular que actúa como retenedor de partículas, tienen una importancia capital como fijadoras del suelo.

Los endemismos béticos que están aquí presentes son: la corregüela serrana (Convovulus boissieri), Hippocrepis squamata, Anthyllis tejedensis, Echium albicas, Pterocephalus spathulatus, Thymus granatensis, Helianthemum estevei y Rothmaleria granatensis.

Además hay cuatro endemismos nevadenses, es decir cuatro especies exclusivas de Sierra Nevada: Santolina elegans, Scabiosa pulsatilloides, Helianthemum pannosum y Erodium boissieri.