Hotel del Duque-Canteras de Serpertina del San Juan-Casas de la Hortichuela-
Vereda de la Estrella-El Charcón-Hotel del Duque
y ... Maitena-La Fabriquilla
El vienes, 22-05-2015, la camarilla realizó un bonito y fructífero sendero por las faldas de Sierra Nevada, por la Dehesa del San Juan. En esta ocasión fuimos cinco los caminantes o paseantes, o mejor (4+1), ya que cuatro realizaron el sendero previsto y uno anduvo de safari fotográfico !1.451 fotos¡ pepetró durante la jornada. A las 8 horas de la mañana, en distintos lugares de Motril, José Luis fue recogiendo en su coche primero a Pepe Bellota, luego al otro Pepe y a Paco y finalmente Jaime "El niño de Cijuela".
Paco y Jaime durante el viaje en coche
Jose Luis, nuestro experto piloto a los mandos del coche fantástico. Fotos Pepe Marín
Nos dirijamos por el tramo nuevo de autovía en dirección Granada, hasta tomar la carretera a Sierra Nevada, pasado el Centro de Recepción de Dornajo, tomamos la carreterilla que nos llevó al Hotel de Duque, hoy dedicado a Centro de Espiritualidad, allí nuestro piloto José Luis aparcó el bólido y nos dispusimos al realizar el sendero a pie. Caminamos un poco por la carreterilla, hasta que a la derecha encontramos el indicador Casas de la Hortichuela, Las Canteras del San Juan
Bajando por la carretera hacia la pista que habíamos de tomar. Foto Pepe Marín
El cartel indicador. Foto Paco García
En dicho lugar tomamos la cómoda pista que lleva hacia el barranco de San Juan, y en dicho lugar nuestro superfotógrafo nos abandonó. Él ya había dicho que de andar poco, que había ido a hacer fotos a la fauna y flora del lugar del lugar !Pero es que se quedó en el primer rodal, vio que había "mucha maera" fotográfica y empezó su tarea particular, que culminó con 1.400 fotos. Así que le indicamos por dónde volveríamos y la hora aproximada y los cuatro senderistas nos dispusimos a realizar el sendero que habíamos programado.
Pepe con su equipo de fotógrafo (3 cámaras), José Luis, Pepe Bellota y Jaime
Foto Paco García
Despedida de Pepe y caminado por la pista lleva al Barranco de San Juan. Fotos Pepe Marín
Bella panorámica serrana
Junto a uno de los parapetos de la guerra incivil
Más parapetos, fortificaciones del guerra incivil 1936-1939. Fotos Paco García
Pronto llegamos al Barranco San Juan, el cual se cruza por un cómo puente, accediendo así a las Canteras de Serpentina del Barranco San Juan.
Panel indicador de las Canteras de Serpentina y sendero del Cortijo del Hornillo
Panel informativo del sendero al Cortijo del Hornillo
Panel general de la Dehesa del San Juan. Fotos Paco García
Pero nuestro destino hoy no era ir al cortijo del Hornillo, así que seguimos la pista que va hacia las Casas de la Hortichuela.
Vallado de la finca de las Casas de la Hortichuela
Panel informativo de la fauna de Sierra Nevada
Curiosa conducción de agua, adaptada al entorno. Fotos Paco García
La animada conversación hizo que me despistará, no vi esta señal y continuamos hacia las Casas de la Hortichuela. Por ellos debimos de retornar hasta este lugar y seguir hasta el lugar y seguir la dirección de Peña Partida, con lo cual llegaría a la Vereda de la Estrella que era nuestro destino
Dirección hacia Peña Partida
Dirección hacia el Dornajo, que era la que en sentido contrario estábamos realizando desde el Hotel del Duque
Otro panel informativo sobre la Dehesa de San Juan
Un lugar que gustó a José Luis. Fotos Paco García
Pronto llegamos por una estrecha y a veces pendiente vereda, a la más cómoda Vereda de la Estrella y por ella al Barranco de San Juan en su desembocadura al Río Genil. Tomamos frutos secos, fruta y agua y retomamos la marcha por un tramo menos conocido de la Vereda de la Estrella, antes nos haríamos esta foto sobre el puente que hay sobre el Barranco de San Juan.
Proseguimos la marcha, pasamos dos puentes colgantes y terminamos saliendo a la carreterilla asfaltada que lleva hasta el Barranco de San Juan, antiguo trayecto por el que discurría el Tranvía de la Sierra hasta su última estación, la del Barranco de San Juan.
Antes de llegar a la carreterilla asfaltada, Paco y José Luis tomaron unas fotitos para el Recuerdo
Pepe, José Luis y Jaime Pepe, Paco y Jaime
Pequeño santuario en la oquedad de las rocas
Mariposita posada sobre un castaño
Una vez que llegamos al Charcón, lugar dónde estaba ubicada la penúltima estación del añorado "Tranvía de la Sierra", dejamos la carreterrilla que discurre por dónde en su día iba el tranvía hacia su última estación, en el Barranco de San Juan, y tomamos la carretera de montaña que desde allí nos llevaría hasta el Hotel del Duque y en cuyo trayecto habríamos de encontrar a Pepe y sus cámaras fotográficas. Decir que fueron 3 km. de subida, con curvas a derecha e izquierda y 360 m. de desnivel, fue nuestra particular subida al Alpe d'Huez.
!Qué lejos iba quedando la carreterilla va al Barranco San Juan¡ Foto Paco García
De pronto, en una de la curvas nos encontramos con Pepe que aprovechó para afotarnos.
Los esforzados de la ruta durante la subida
Pepe Marín estaba exultante, nos comentó que había hecho montón de fotos de fauna y flora. Le dijimos que continuará con su tarea y reiniciamos la subida hacia el Hotel del Duque, al cual llegamos tras 50 minutos desde el inicio de la subida en el Charcón.
Nos refrescamos en la fuente que hay frente a la entrada del Hotel del Duque, nos subimos al coche y comenzamos ahora a bajar en busca de Pepe, una vez lo recuperamos para el quinteto, continuamos en coche hacia el Restaurante Maitena, donde estuvo ubicada otra de las estaciones de Tranvía de la Sierra, aparcamos en las inmediaciones y nos dirigimos hacia el restaurante.
Fuente frente la entrada del Hotel del Duque. Foto Paco García
Panel informativo de un tramo recuperado por donde transitaba el tranvía
Por el puente de entrada al restaurante
Viendo las fotos en los cámaras de Pepe Marín
Unas cervecitas para recuperar los minerales perdidos durante nuestra "subida"
Jaime "El niño Cijuela" sonríe a la cámara
El menú: ensalada
Papas a los pobre
Choto al ajillo
y conejo !atracón propio de los Tragaldabas¡
"El niño Cijuela" como joven actual wasapeando
Imágenes de los comensales durante el almuerzo
Uno de los gatitos a la espera de alimento !Se puso morao¡
Brindado por la estupenda jornada vivida. Fotos Pepe Marín
Después del agradable almuerzo, decidimos visitar un tramo por el que discurría el Tranvía de la Sierra, el Ayto de Güejar Sierra lo ha arreglado y colocado una serie de paneles informativos sobre la construcción del tranvía, trayecto, distancia, etc. El sendero de 1600 m. de longitud discurre desde la antigua estación de Maitena, donde hoy se ubica el restaurante del mismo nombre y la estación de la Fabriquilla, ambas estaciones permitían desde ella el acceso a pie u otros medios al pueblo de Güejar Sierra. Pero nada más comenzar el senderillo, de nuevo perdimos al cazador de fotos de fauna y flora, al amigo Pepe Marín.
Paneles informativos
Un tramo de vía recuperado y conducción eléctrica recuperado
Más paneles informativos sobre el Tranvía de la Sierra
El Hotel Sierra Nevada (Hotel del Duque), sucursal del Hotel Alhambra Palace
Otros paneles informativos sobre el Tranvía de la Sierra
José Luis violentando una vaya !Oh ya lo estaba¡ Al fondo los últimos paneles del senderillo
De regreso hacia Maitena
Reencuentro con el superfotógrafo Pepe Marín, de nuevo nos afotó. Fotos Paco García
Continuamos hacia Maitena. Foto Pepe Marín
De una visita realizada por Don Antonio, AGmaldonado, Paco,
Juan Nicolás y Pepe Bellota. Fotos AGMaldonado (8-11-2007)
Retrato y busto del Duque de San Pedro de Galatino. Foto AGMaldonado
Dimos por terminado la jornada senderista-fotográfica y emprendimos el viaje de regreso, pasado ahora por Güejar Sierra y Pinos Genil, pasado el restaurante Los Pinillos accedimos a la ya no tan nueva Carretera de la Sierra, haciendo una paradita para merendar en la Cafetería la Isla del Zaidín.
Antes de mostrar imágenes de la merienda he de decir, que todo el día hablando del Hotel del Duque y la única foto que se muestra del mimo, es la captada por Paco de uno de los paneles del senderillo Maitena-La Fabriquilla. La razón está en que no pudimos acceder al mismo, queda dicho que en la actualidad está dedicado por la Iglesia a Casa de Espiritualidad, y estaba cerrada. Tiro de archivos fotográficos del recordado amigo AGMaldonado y podría poner aquí más de un centenar, a modo de muestra subo las siguientes:
Antes de mostrar imágenes de la merienda he de decir, que todo el día hablando del Hotel del Duque y la única foto que se muestra del mimo, es la captada por Paco de uno de los paneles del senderillo Maitena-La Fabriquilla. La razón está en que no pudimos acceder al mismo, queda dicho que en la actualidad está dedicado por la Iglesia a Casa de Espiritualidad, y estaba cerrada. Tiro de archivos fotográficos del recordado amigo AGMaldonado y podría poner aquí más de un centenar, a modo de muestra subo las siguientes:
Juan Nicolás y Pepe Bellota. Fotos AGMaldonado (8-11-2007)
Retrato y busto del Duque de San Pedro de Galatino. Foto AGMaldonado
La camarilla" en la cafetería Isla del Zaidín
Piononos de Santa Fe en la cafetería Isla !Los de toda la vida¡
¿Por qué le gustará tanto la leche con canela?
Degustando un piononos de Santa Fe en la cafetería Isla. Fotos Pepe Marín
Tras la merienda, retorno a Motril comentado sobre lo divino y lo humano. Buena jornada, sendero precioso, fotos magnificas, buena comida y agradable compañía !Hasta la proxima¡
Pepe Bellota "Bellotero relicto"
Curiosidades e historia
Hoy al escribir sobre el tramo por el que discurría el Tranvía de la Sierra, que hemos visitado entre Maitena y la Fabriquilla, he recordado lo que había escrito para una de las salidas con Antonio, Julian y Ramón y que más tarde actualice para la visita del Grupo senderista, Los Sin-Límites que impulsó AGMaldonado junto a otros amigos, también para mis visitas con mis queridos compañeros y amigos del Martín Recuerda, Miguel Ángel, Valentín, Pepe, Germán, Olga y en tiempos más recientes el otro Miguel Ángel, Paco y quizá alguno más que ahora no recuerdo, perdón por ello.
DE PINOS GENIL, GÜEJAR SIERRA,…
Pinos Genil "Pinillos" para los nativos y sus descendientes (yo soy uno de ellos), es un pequeño y lindo pueblo partido en dos mitades por el río Genil. En Pinillos, persisten interesantes barrios por su arquitectura de cal y geranio que empiezan a estar amenazado por construcciones disonantes, en la margen derecha hay una horrorosa. Poco más arriba del pueblo se ubica la antigua central eléctrica, en la que trabajaba mi abuelo Diego (al que no conocí) y adonde mi abuela Encarna (tampoco la conocí), mi madre y mis tías, le llevaban cada día el almuerzo. Hoy día el edificio de la central está rehabilitado y dedicado a menesteres no eléctricos. Un camino sinuoso lleva desde la central hasta la carretera de Güejar Sierra. Más arriba el paisaje se embravece y el río se hunde, casi hasta perderse entre arboledas y cantos rodados. En el zócalo contrario se erige el Púlpito de Canales, impresionante mojón terciario, a sus pies las ruinas no sumergidas de Canales, hoy en recuperación. Y en el hondón, el embalse de Canales, con presa de piedra y que se alimenta de las aguas del río Genil y abreva a los penibéticos con sed de futuro. Un poco más arriba, luego de un oasis de cultivos en el llanete de Las Lomas (restaurante, camping y postres moriscos de miel y almendra) se encuentra Güejar Sierra (Huejar "Alwatha", pariente de todos los húetor de la provincia) población ubicada a 1.090 metros de altitud y de 4000 habitantes, al pie del Calar, paredón de filitas triásicas, micacitas y pizarras paleozóicas, de tono verdoso debido a la serpentina (silicato de magnesio), que los alarifes barrocos utilizaron como piedra ornamental. Güejar Sierra es una población, que en el pasado, siempre mostró declarada rebeldía a los invasores. En la sublevación morisca (enero de 1.500) sus pobladores dieron pruebas de su independencia y, para someterlos Fernando el Católico tuvo que enviar el soberbio ejercito del Gran Capitán. Setenta años más tarde, los 300 güejareños hicieron frente a 9.000 infantes, 600 jinetes y 8 piezas de artillería del ejército de Don Juan de Austria, que no fue suficiente para rendirlos, teniendo que acudir en su ayuda los 4.000 peones y 300 caballeros del Duque de Sesa. Es difícil de imaginar al entonces mejor ejército de Europa, integrado por casi 15.000 guerreros magníficamente pertrechados, tratando de vencer a tres centenares de individuos, incluidos viejos, mujeres y niños, armados con viejas escopetas, hondas y palos.
Hoy al escribir sobre el tramo por el que discurría el Tranvía de la Sierra, que hemos visitado entre Maitena y la Fabriquilla, he recordado lo que había escrito para una de las salidas con Antonio, Julian y Ramón y que más tarde actualice para la visita del Grupo senderista, Los Sin-Límites que impulsó AGMaldonado junto a otros amigos, también para mis visitas con mis queridos compañeros y amigos del Martín Recuerda, Miguel Ángel, Valentín, Pepe, Germán, Olga y en tiempos más recientes el otro Miguel Ángel, Paco y quizá alguno más que ahora no recuerdo, perdón por ello.
DE PINOS GENIL, GÜEJAR SIERRA,…
Pinos Genil "Pinillos" para los nativos y sus descendientes (yo soy uno de ellos), es un pequeño y lindo pueblo partido en dos mitades por el río Genil. En Pinillos, persisten interesantes barrios por su arquitectura de cal y geranio que empiezan a estar amenazado por construcciones disonantes, en la margen derecha hay una horrorosa. Poco más arriba del pueblo se ubica la antigua central eléctrica, en la que trabajaba mi abuelo Diego (al que no conocí) y adonde mi abuela Encarna (tampoco la conocí), mi madre y mis tías, le llevaban cada día el almuerzo. Hoy día el edificio de la central está rehabilitado y dedicado a menesteres no eléctricos. Un camino sinuoso lleva desde la central hasta la carretera de Güejar Sierra. Más arriba el paisaje se embravece y el río se hunde, casi hasta perderse entre arboledas y cantos rodados. En el zócalo contrario se erige el Púlpito de Canales, impresionante mojón terciario, a sus pies las ruinas no sumergidas de Canales, hoy en recuperación. Y en el hondón, el embalse de Canales, con presa de piedra y que se alimenta de las aguas del río Genil y abreva a los penibéticos con sed de futuro. Un poco más arriba, luego de un oasis de cultivos en el llanete de Las Lomas (restaurante, camping y postres moriscos de miel y almendra) se encuentra Güejar Sierra (Huejar "Alwatha", pariente de todos los húetor de la provincia) población ubicada a 1.090 metros de altitud y de 4000 habitantes, al pie del Calar, paredón de filitas triásicas, micacitas y pizarras paleozóicas, de tono verdoso debido a la serpentina (silicato de magnesio), que los alarifes barrocos utilizaron como piedra ornamental. Güejar Sierra es una población, que en el pasado, siempre mostró declarada rebeldía a los invasores. En la sublevación morisca (enero de 1.500) sus pobladores dieron pruebas de su independencia y, para someterlos Fernando el Católico tuvo que enviar el soberbio ejercito del Gran Capitán. Setenta años más tarde, los 300 güejareños hicieron frente a 9.000 infantes, 600 jinetes y 8 piezas de artillería del ejército de Don Juan de Austria, que no fue suficiente para rendirlos, teniendo que acudir en su ayuda los 4.000 peones y 300 caballeros del Duque de Sesa. Es difícil de imaginar al entonces mejor ejército de Europa, integrado por casi 15.000 guerreros magníficamente pertrechados, tratando de vencer a tres centenares de individuos, incluidos viejos, mujeres y niños, armados con viejas escopetas, hondas y palos.
Los Güejareños, obtienen de sus fértiles huertas magníficos frutos, entre ellos los pimientos y picantes que ensartados destacan en las blancas y encaladas paredes de las casas. Los Güejareños son amantes de aliñar muchos de sus platos (conejo, choto, habichuelas, etc.) con majado de pimiento y picante, pero lo que ellos llaman un "saborete" a mí me quemó desde la boca hasta donde la espalda pierde su noble nombre.
Tras dejar Güejar Sierra, llegamos a la antigua estación de Maitena (recibe su nombre del río Maitena, que desde la loma de su nombre, recoge las aguas que vierte al Genil). Desde allí se continúa por un camino, por donde discurría la línea del ferrocarril de Sierra Nevada "El Tranvía de la Sierra", por este camino se llega hasta el Charcón, donde se ubicaba otra de las estaciones y donde existía un palacete, hoy rehabilitado por la Consejería de Medio Ambiente, construido por el Duque de San Pedro de Galatino. El Charcón es un lugar, sosegado, oculto de monóxidos, aunque no de plásticos.
De este lugar debe existir una foto de Julián Vinuesa, en la que aparecen los Caimanes: Antonio, Pepe y Ramón. Continuando por el camino que fue vía del ferrocarril, y con el valle del río a la derecha y, la vereda de la Estrella a la izquierda, se llega al Barranco de San Juan, donde moría, después de un impresionante recorrido, el Tranvía de la Sierra. Junto al cauce del río unos edificios de tipo alpino, rehabilitados unos y en ruinas otro, recuerdan lo que fue la primera fase, de otra obra, desgraciadamente no desarrollada, que era la construcción de una presa en el San Juan con su correspondiente salto de agua para generar la energía eléctrica del teleférico que desde este lugar ascendería hacia Pradollano, teniendo una de sus estaciones en el conocido "Hotel del Duque".
DEL TRANVÍA DE LA SIERRA, EL MÁS POPULAR DE TODOS
Don Julio Quesada Cañaveral y Piédrola, Conde de Benalúa y las Villas, señor de Láchar y Monreal y Duque de San Pedro de Galatino, nació en Madrid (1857) y murió en Madrid el 15 de Julio de 1936, su cadáver fue enterrador en la Catedral de Granada el 17 de Julio de 1936, cuando estaba apunto de estallar la guerra civil, que debería haberse llamado incivil. Una de las víctimas de aquella triste guerra, el ingeniero Don Juan José Santa Cruz, autor de la carretera a Sierra Nevada, en cuyo proyecto y financiación intervino el Duque de San Pedro de Galatino, dijo cierta vez: "De existir Duques, éstos debían ser como el Duque de San Pedro de Galatino".
El Duque entendió muy bien el papel turístico que este tranvía podía jugar en el futuro, de ahí que exigiera a sus ingenieros un trazado que brindara a los pasajeros espectáculo y sorpresas más y más sugestivas. El resultado mereció la pena, los que alguna vez hicieron el recorrido lo tendrán grabado en sus retinas y difícilmente lo habrán olvidado.
Tranvía de la Sierra
El ferrocarril de vía estrecha "Tranvía de la Sierra", se inauguró el 21 de febrero de 1925 y unía Granada con la Estación de Maitena, desde donde ascendía un camino hasta el Hotel Sierra Nevada "Hotel del Duque". Posteriormente el ferrocarril fue prolongado hasta el Charcón y más tarde hasta el Barranco de San Juan. El tranvía pasaba por los pueblos de Cenes de la Vega, Pinos Genil, Canales, enlace con Güejar Sierra, y por los lugares conocidos por Maitena, El Charcón y Barranco de San Juan. Recorría más de 20 Km, con 22 viaductos y 14 túneles excavados en la roca, para ganar casi los 1.200 metros de altura en el barranco de San Juan. El servicio se efectuaba inicialmente cada dos horas, con dos coches de línea, desde las 6 de la mañana a las 10 de la noche. El trayecto mas largo, el de Granada al Barranco de San Juan, costaba 2,50 pesetas.
El tranvía dejó de funcionar a finales de 1973 y se desmontó en 1974. El tranvía auspiciado y financiado por el Duque de San Pedro de Galatino, se lo cargaron el embalse de Canales, la reiterada falta de rentabilidad y la estulticia administrativa, cuando apenas había cumplido los 48 años ¡¡Pena, penita, pena!!.
Por aquellas mismas fechas interrumpían también sus servicios las líneas de Dúrcal y Pinos Puente, esta última ya sin paradas en Maracena y Atarfe, pueblos que ya enlazaban con la capital con autobuses. El 14 de febrero de 1974, dejaban de funcionar los tranvías que quedaban, clausurándose las dos últimas líneas: a La Zubia y a Fuente Vaqueros. En las poblaciones de ambos itinerarios -La Zubia, Cájar, Barrio de Monachil; Fuente Vaqueros, Chauchina y Santa Fe- los vecinos, sin que nadie los convocara, acudieron a despedir los viejos tranvías con pena y con lágrimas. Aquel 14 de febrero de 1974 no sólo se cerraba un capítulo de la historia del transporte público de la ciudad de Granada y poblaciones limítrofes. También desaparecieron aquellas excursiones familiares o de grupo a los pueblos cercanos, con todo el sabor de la aventura, muchas veces inicio de largas caminatas a lugares de incomparables belleza como: El Trevenque, Los Alayos, El Collado de Matas Verdes, Los Cahorros, Fuente Fría y el Huenes,…, Maitena, El Charcón, El Hotel del Duque, o la Vereda de la Estrella, Cueva Secreta, La Loma de los Presidiarios y La Cucaracha, etc. ¡¡Que placer, salir corriendo y coger el tranvía en marcha, aunque te ganaras la reprimenda del cobrador!! ¡¡Que cómodos nos parecían sus bancos de tablas de madera!! ¡¡Que delicia observar como el conductor dirigía de forma tan sencilla a tranvía y jardinera!!. Perdonen los chocheos del cincuentón cuando rememoraba y escribía esto, ahora ya sesetón avanzado, lo que hoy impera son las autovías, aeropuertos hasta sin aviones, coches que vuelan, etc. La coca cola (la madre que la …), los cinco galácticos del cincuentón y la BBC de ahora, las hamburguesas, las pipas peladas, y la TV acultural (Yola, Dinio, Gran Hermano del cincuentón y el Salvame de Luxe,..., en la actualidad, y ahora sí, la madre que los parió).
Si quieres saber más de este itinerario, o te compras un libro o un “viejo” (Mi madre decía: “saben más que un libro”).
El entonces cincuentón, terminó la crónica diciendo "Otro día os contaré una que quedó pendiente, es de bandoleros y brujas: El bandolero Tragabuches y La Bruja de las bragas almidonadas". Si la camarilla actual, los Tragaldabas quiere conocer a estos personajes, le puedo contar la historia pero os aseguro que no merece la pena.
El tranvía dejó de funcionar a finales de 1973 y se desmontó en 1974. El tranvía auspiciado y financiado por el Duque de San Pedro de Galatino, se lo cargaron el embalse de Canales, la reiterada falta de rentabilidad y la estulticia administrativa, cuando apenas había cumplido los 48 años ¡¡Pena, penita, pena!!.
Por aquellas mismas fechas interrumpían también sus servicios las líneas de Dúrcal y Pinos Puente, esta última ya sin paradas en Maracena y Atarfe, pueblos que ya enlazaban con la capital con autobuses. El 14 de febrero de 1974, dejaban de funcionar los tranvías que quedaban, clausurándose las dos últimas líneas: a La Zubia y a Fuente Vaqueros. En las poblaciones de ambos itinerarios -La Zubia, Cájar, Barrio de Monachil; Fuente Vaqueros, Chauchina y Santa Fe- los vecinos, sin que nadie los convocara, acudieron a despedir los viejos tranvías con pena y con lágrimas. Aquel 14 de febrero de 1974 no sólo se cerraba un capítulo de la historia del transporte público de la ciudad de Granada y poblaciones limítrofes. También desaparecieron aquellas excursiones familiares o de grupo a los pueblos cercanos, con todo el sabor de la aventura, muchas veces inicio de largas caminatas a lugares de incomparables belleza como: El Trevenque, Los Alayos, El Collado de Matas Verdes, Los Cahorros, Fuente Fría y el Huenes,…, Maitena, El Charcón, El Hotel del Duque, o la Vereda de la Estrella, Cueva Secreta, La Loma de los Presidiarios y La Cucaracha, etc. ¡¡Que placer, salir corriendo y coger el tranvía en marcha, aunque te ganaras la reprimenda del cobrador!! ¡¡Que cómodos nos parecían sus bancos de tablas de madera!! ¡¡Que delicia observar como el conductor dirigía de forma tan sencilla a tranvía y jardinera!!. Perdonen los chocheos del cincuentón cuando rememoraba y escribía esto, ahora ya sesetón avanzado, lo que hoy impera son las autovías, aeropuertos hasta sin aviones, coches que vuelan, etc. La coca cola (la madre que la …), los cinco galácticos del cincuentón y la BBC de ahora, las hamburguesas, las pipas peladas, y la TV acultural (Yola, Dinio, Gran Hermano del cincuentón y el Salvame de Luxe,..., en la actualidad, y ahora sí, la madre que los parió).
Si quieres saber más de este itinerario, o te compras un libro o un “viejo” (Mi madre decía: “saben más que un libro”).
El entonces cincuentón, terminó la crónica diciendo "Otro día os contaré una que quedó pendiente, es de bandoleros y brujas: El bandolero Tragabuches y La Bruja de las bragas almidonadas". Si la camarilla actual, los Tragaldabas quiere conocer a estos personajes, le puedo contar la historia pero os aseguro que no merece la pena.
"La
vida es fascinante: sólo hay que mirarla
a
través de las gafas correctas".
Alejandro Dumas (1803-1870); escritor
francés.
"Lo
que sabemos es una gota de agua;
lo
que ignoramos es el océano".
Isaac Newton (1642-1727) físico y
matemático inglés.
"Gracias por haberme agraciado
con vuestra amistad y compañía"
Bellotero
relicto (segunda mitad del siglo XX y lo que pueda del XXI)