domingo, 7 de junio de 2015

Un paseo por un sendero muy querido

Un paseo por un sendero muy querido

El 13 de Mayo de 2015, después de tres años sin hacer este sendero circular por el Alcornocal de Lújar, que tantos y buenos recuerdos me trae, volví a pasear por el mismo con un pequeño grupo de buenos amigos, Jose Luis, Paco, Juan y Pepe Marín
José Luis, Pepe BellotaJuan Paco. Perpetra la fotos Pepe Marín

A este sendero le denominamos los compañeros del Grupo de Educación Ambiental "Bellota", como el sendero base de la publicación El Alcornocal de Lújar. Fueron muchas las visitas y observaciones que hicimos en el mismo hasta que se editó el libro, después continuamos visitándolo juntos o con los alumnos de los centros educativos en los que trabajábamos. Por eso, al realizarlo hoy de nuevo, he evocados aquellos paseos con los compañeros del grupo AGMaldonado, Manoli, Rosario, Paco, Antonio Miguel Ángel; también a Félix (Agente de Medio Ambiente) y Pepe Rubia (un buen amigo) que en bastantes ocasiones nos acompañaron. 

Reproduzco a continuación, el apartado El Sendero, del Capitulo Generalidades de la monografía El Alcornocal de Lújar, realizado por Paco Botella.

El Sendero.
Los caminos que surcan este entorno yacen ocultos e impertérritos, dormidos en los desaparecidos derrotes de la pasada vida rural. Ayer eran vías vecinales o atajos. Hoy son veredas olvidadas, bautizadas como pistas por nueva jerga
forestal.

Su memoria “utilitaria” vuelve cada dos lustros, solamente, cuando los hombres aparecen por estos lares, durante un par de meses, a desnudar los árboles que pueblan el monte. Pero terminan los descorchadores y los caminos retornan a su ensimismada soledad, necesario refugio de la naturaleza libre. Con esta nueva virtualidad se hacen solícitos para los que, en la era del tránsito, nos tomamos el respiro de pasear.

Es decir andar con el único fin de saborear la belleza y el pálpito del paisaje vivo. Para éstos, para nosotros, los sosegados caminos de antes son renombrados con el apelativo de senderos porque tienen sentido en sí mismos, no en el destino final al que conducen, sino en su contemplativo recorrido. “Itaca te da la travesía”, nos recuerda Cavafis.

El sendero tiene una longitud total de 7Km. Arranca de la carretera comarcal Motril-Lújar (Gr-se.28/15), en la cota 700. Asciende por una pendiente suave hasta alcanzar 1.013 m. sobre el nivel del mar, en el punto más alto (Cerro Alto -K.1-). El desnivel total es de 300 m. El itinerario completa un circuito cerrado; finaliza cerca del punto de partida del mismo.

Un piso ancho y sin taludes laterales procuran un recorrido seguro y cómodo por un panorama cambiante. A trechos, el sendero se emboza entre viejos alcornoques, pinos, enebros, algunos eucaliptus y madroños.

Otras, abierto al horizonte del mar o asomado, desde un altozano privilegiado, a los pueblos de Lújar y Lagos, arrellanados en lontananza. Lújar al fondo. Este pueblo da nombre a la Sierra. Vista del pueblo de Lagos. Al fondo del valle

El sendero discurre entre un copioso matorral de brezos, olivillas, coloridas jaras blancas y moradas... A sus pies, una tupida alfombra de cantuesos, aulagas, romeros, bolinas, entre otras especies de nuestro enclave mediterráneo, que salpican de múltiples tonos el sendero y estimulan con su aroma los sentidos del excursionista.


A continuación se muestran algunas de las fotos captadas durante el paseo por Pepe Marín y Juan Rueda. Pero antes decir, que nos es bueno se le pongan "puertas al campo", lo han hecho los propietarios de este pedazo de naturaleza viva y semiabandonada. Yo hoy me he sentido autorizado, los centenares de jornadas de interpretación y análisis por el mismo me lo permitían, eran mi salvoconducto y el de mis amigos acompañantes.  

De fotógrafo a fotógrafo, Pepe y Juan
 Por la pista del llamado sendero base (Grupo EA Bellota)
Pepe como los toreros buenos, con una rodilla en tierra
Y como los toreros de valor, totalmente de hinojos
 Mariposa lobito listado (Pyronia bathseba)
Otra, doncella de las onda rojas (Euphydryas aurinia)
Sierra del Jaral, a mitad de ladera la senda por la cual caminamos
Algunas plantas del sendero. Hierba pulguera (Pulicaria odora)
Jara pringosa (Cistus ladanifer)
 Otra a la que Juan le tiene cariño, la hierba de San Juan (Hypericum perforatum)
Abrótano hembra (Santolina chamaecyparissus
Lirio español  (Iris xiphium=Xiphiom vulgare
Tomillo limonero o basto (Thymus baeticus)
Trabajo de riesgo, mantenimiento aerogeneradores del Llano de los Borrachos
 Descansillo junto al Llano de los Borrachos, Sierra del Jaral
 Panorámica hacia Lújar
Panorámica Sierra de Lújar

El día fue muy caluroso, impropio de la fecha, por lo que teníamos la excusa perfecta, rehidratar nuestro cuerpos serranos, así que tras terminar el recorrido a pie, ya de regreso en el "haiga" de José Luis hicimos una parada en el Preciso del Puntalón y nos tomamos y par de frías cervezas que nos dieron la vida.
Dos cervecitas en el Preciso, Puntalón
Pepe Bellota

Anda un poco y come choto

"Anda un poco y come choto"
La camarilla. Foto Gonzalo Arcas Barros
 La camarilla. Foto Paco García González
 Descansillo 

El 7 de marzo de 2014, Jaime, José Luis, Paco, Gonzalo y "el que dice ser y llamarse" (esta frase tiene historia) Pepe Bellota, realizaron la actividad "Anda un poco y come choto", un amigo nuestro a aquellos que se van de cortijo a comer como buenos tragaldabas, le llama "Los come chotos". Nosotros para poder tomar el exquisito choto que no preparó Magdalena, la esposa de nuestro amigo Pepe el de Lagos, antes tuvimos que caminar un poco. Fuimos en el bólido de José Luis hasta los Tablones, nada más llegar al anejo motrileño y tras saludar a uno de sus vecinos, Pepe Vallecillos pariente de Gonzalo y amigo del resto de la camarilla, fuimos a comprar pan al horno de leña, el panadero nos indicó que hasta dentro de una hora no tendría pan, se lo dejamos encargado y llamamos a Pepe Vallecillos para que lo recogiera ya que nosotros no regresaríamos hasta entrada la tarde. 

A partir de ahí, comenzó nuestro paseo a pie camino de Lagos, la pista es cómoda y nos permitió la charla con anécdotas e historias. Al otro lado del barranco se encuentra un tablón, término usado por los lugareños, en él se vislumbran las ruinas del cortijo de la abuela de Gonzalo, éste nos contó como recordaba ir junto a su hermano Cecilio, cada uno en un serón a lomos de un borrico, desde los Tablones hasta el cortijo de la abuela. Cercano el citado cortijo, se encuentran otros, unos de ellos el cortijo de Pablo, fue lugar de un sangriento enfrentamiento entre maquis y guardias civiles la noche del 30 al 31 julio 1947; con una represión posterior con 11 personas fusiladas la noche del 31 julio al 1 de agosto, en un lugar de la carretera Motril-Gualchos.

En una de la curvas, a la derecha hay un cortijo que siempre que pasamos por allí recordamos la anécdota vivida una tarde de finales de verano, nuestro añorado amigo AGMaldonado vio una culebrilla de escalera, tomó la cámara y se prestó a fotografiarla, en esto que a toda velocidad llegó en dueño de cortijo y le pegó tal pisotón que la dejó sin vida. Antonio, le dijo !Pero hombre qué hace, son beneficiosas controlan las poblaciones de roedores!, el lugareños le contestó "esa ya no se mete en el interior de mi casa".

Luego pasamos por el cortijo Vidoy y poco después por otro cortijillo, que fue pasto de las llamas, también propiedad del señor antes citado. Allí, desde dónde ya se divisa Lagos, hicimos un descansillo, tomamos fruta, frutos secos y agua. Continuamos la marcha y al poco llegamos a Lagos, dónde lo primero que hicimos fue bajar al nacimiento que hay a poca distancia. Luego nos acercamos al bar de Pepe, tras los saludos de rigor,  nos tomamos una cervecita con su tapa de callos correspondiente. Pepe nos dijo que al cocinado del choto le faltada media hora o un poco más, así que nos dimos un paseíto por los alrededores, en concreto fuimos hasta el cercano cementerios de la localidad. Desde dicho camino, Gonzalo y yo, recordamos el día que subimos hasta la mina del Piojo, lugar dónde fueron abatidos a tiros los dos últimos maquis de la Sierra de Lújar. El suceso acaeció la madrugada del 6 de junio de 1952, un grupo de de la Guardia Civil montó tres día antes un servicio de apostadero en las inmediaciones de la citada mina, permaneciendo en el mismo durante 3 días y sus correspondientes noches, durante la madrugada del día 6 de junio, sorprendieron a los maquis (bandoleros según terminología oficial de la época, o "gente de la sierra" según la popular) y dieron muerte a dos de ellos, los fallecidos eran conocidos como el "Duarte" y el "Jerónimo". El hecho provocó que el resto de la partida emprendiera la huida a pie, caminado de noche y escondiéndose durante el día, consiguiendo después de 100 días, todo el verano, pasar la frontera pirenaica y entrar en  Francia. 

Ilustro con algunas fotos del día (9-93-2010) en que mi coetáneo y amigo Gonzalo y yo visitamos la mina del Piojo, lugar del suceso escuetamente relatado.

En Lagos, Vélez Benaudalla, grupo formado por malagueños de Lagos 
y motrileños (de toda la vida o con carta de residencia otorgada)
 Durante la subida Fernando Alcalde nos informó sobre la minería en Sierra Lújar
Junto a la entrada a la mina de agua del Piojo
Placa en recuerdo de los dos ultimo maquis muertos en Sierra Lújar 
colocada en el interior de la mina del Piojo por los Apargatero e IU_LV CA Motril
Fotos Gonzalo Arcas

Uno sabe algo de estas cosas de "maquis y civiles", a través de mi familia paterna, principalmente mi abuela María,  a ellos, incluidos mis padres, les tocó sufrirla en el cortijo de Las Mimbres de Monachil (Sierra Nevada). Y por las investigaciones de mi amigo y compañero de trabajo, durante 20 cursos, el profesor e historiador José María Azuaga

Regresamos a Lagos, y en una mesa en la puerta del bar de Paco, nos tomamos una ensalada, un platazo de choto, regado con cerveza y una jarra de vino del terreno. Las sabrosas viandas las tomamos entre bromas y anécdotas, sobre todo metiéndonos un poco con el "Niño de Cijúela", por cierto durante la comida recibió información de su hijo, el cual acababa de superar el kilómetro 100 de una carrera de resistencia de 150 kilómetros de distancia. Finalmente temamos un café o infusión, invitado por Pepe, nos despedimos y comenzamos el camino de regreso hacia los Tablones.
En plena "faena" de cinco auténticos tragaldabas


De regreso, en primer lugar nos acercamos a que los compañeros, que no lo conocían, visitaran el antiguo molino de Lagos, arrebujado en un saliente del roquedo.

 En el viejo molino de aceite de Lagos
Fotos de la jornada  Gonzalo Arcas Barros & Paco García González

A partir de aquí, un tragaldabas se empeñó en ir campo a través para recortar camino. Pepe Bellota no muy convencido debido a sus problemas en los remos inferiores, dijo que había que buscar la acequia y seguir por el murillo de la misma hasta llegar a un huerto, desde el cual accederíamos ya al conocido camino por el cual habíamos transitado durante la mañana. Parata para arriba, parata para abajo y la acequia no aparecía, finalmente Gonzalo la encontró y la seguimos cómodamente, incluso nos tomamos una naranjitas de un huerto, pero no abusamos, fue muy por debajo del 5% del que habla un amigo nuestro que no se considera delito, aunque luego pone cierta apostilla que no viene a cuento.

Una vez la pista que lleva los Tablones, en animada charla llegamos al cortijillo ENJOPACAR, el de nuestro amigo Pepe Vallecillos. Candela su simpática nietecita nos entrego el pan de leña, al poco llegamos al coche y regresamos pronto a Motril.
Pepe Bellota